sábado, 7 de junio de 2008

Escasez de energía



Son las tres de la mañana, y ella no puede dormir. Abre los ojos, de tal manera que sus párpados duelen, y quieren caer, pero no consiguen la forma de hacerlo. Mira la hora y piensa que le será imposible despertar en la mañana para ir al colegio, si es que logra dormir, y si es que hay colegio, debido a la fuerte tormenta que azota a los árboles y postes allá afuera.
Algo se aprieta en la boca del estómago, queriendo salir directamente por su boca, sin embargo intenta despejar su mente e intentar dormir. Pasan quince minutos del acto, en que olvidó que trataba de dormir, y sólo se encontraba en un estado de inercia, como queriendo esperar algo que no llegó, así que se levanta no pudiendo aguantar más las ganas expulsar los tantos litros de cerveza del día anterior y se dirige al baño.
De vuelta emerge un viaje en las sábanas frías por su ausencia. decide no dormir en el gélido nido, sino que en el comedor, en el sillón favorito de todo el mundo, frente al televisor.
Mientras se acomoda, su interior se estremece, tiene frío y hambre y recuerda que no ha comido nada en todo el día, de lo que se siente orgullosa. Se dirige a la cocina, mira en la alacena y sólo encuentra paquetes de galletas, dulces, algunos fideos, arroz, aceite, sal. Baja la mirada y ahí estaban; los cigarrillos de su madre. Llena el hervidor, y espera a que el agua esté lista. Una cucharada de café en la taza más grande, algunas gotas de endulzante, y vuelve a la tranquilidad del corazón de la casa. Se sienta, prende un cigarro, se cobija entre el sillón y las mantas, toma el control y prende el televisor, y como es de costumbre, rápidamente se prepara para ver una película la cual no entiende hasta pasado los veinte minutos, pero no importa. Nada importa. Mira hacia arriba y suspira, la taza está vacía, el cigarro ya se acaba, el sexto cigarro, unas cuantas películas, y escucha el despertador que grita con desesperación en su habitación. Ya es hora, prepara su ropa, los demás despiertan, y somnolienta se va a la ducha, la cual no ayuda en nada, siente su cuerpo pesado, no tiene ganas de ir al colegio, pero ¿cuando ha importado si quiere o no? ¿Cuando un no ha sido un no? Nunca. Se viste, seca su pelo, se mira al espejo y no quiere ver lo que ve, toma su abrigo, se aleja.

miércoles, 2 de abril de 2008

Venenosa calma


En momentos como éste, o como en otros semejantes me encuentro solo como consecuencia de mis peores atributos, de mis más bajas acciones. En estos casos siento que el mundo es despreciable, pero comprendo que yo también formo parte de él; en estos instantes me invade una furia de aniquilación, me dejo acariciar por la tentación del suicidio, me emborracho, busco a las prostitutas. Y siento cierta satisfacción al probar mi propia bajeza y en verificar que no soy mejor que los sucios monstruos que me rodean.
Anoche estaba en la peor de mis borracheras cuando sentí asco de la mujer que se encontraba conmigo y de los marineros que se encontraban rodeándome que salí corriendo del bar. Caminé hasta llegar a los muelles, me senté por ahí y lloré. El agua sucia me tentaba constantemente ¿para qué sufrir? El suicidio seduce por su facilidad de aniquilación, en un segundo todo este absurdo universo se derrumba como un gigantesco simulacro, como si todo esto no fuera más que una fantasmagoría, sin solidez.
Y aunque la vida ilumina este razonamiento (pero sólo como una larga pesadilla), tengo tanto apego a lo que existe, que prefiero soportar mi imperfeccióny el dolor que causa mi fealdad, antes que aniquilar la fantasmagorñia con un acto de propia voluntad. No entiendo... lom más horrible de mí es la falta de carácter y la cobardía.

lunes, 21 de enero de 2008

Danza rota



Tengo demasiadas ganas de escribir... y tengo tanto qué decir, tanto que demostrar, y a la hora de expresarme se me vienen todas las palabras/emociones encima, amontonándose e hinchandose en mi garganta, haciendo que me ahogue, que me rinda ante un esfuerzo que pude haber completado si tan sólo tuviese la costumbre... me olvido de la importancia que tiene el hecho de decir las cosas en vez de ignorarlas y dejar que el tiempo pase. Creyendo que todo es una ilusión, una cruel jugarreta de un insensible niño llamado destino, que me mira y me muestra una helada sonrisa.
Y ahora sólo me causa risa, porque lo tengo todo y aún así falta algo. Y soy feliz, pero estoy angustiada.

¿es posible sentir ambas cosas a la vez? ( es posible que en verdad me cause risa?) porque claro, por mi lado las cosas están bien... pero cuando miro a mi alrededor nada lo está. Soy egoísta porque pienso en mi propia felicidad? No, no lo soy. Diría que TODO está perfecto y veo que todo se hunde, todo desaparece... y esa idea de lo que creí que serían "las cosas" es cada vez más difusa, carente de color... de sentido.
Veo a mi vieja cada vez peor, y ni siquiera sé la razón de por qué estoy escribiendo esto aquí .__.
será que ahora le toca a ella?? ayer pensaba en el ciclo del karma. te llega cuando menos lo esperas, y te manda a la mierda, te caga todo y por que? porque es tu turno. karma it's a bitch

ja! y finalmente escribí pura mierda y no queriendo decir lo que en un principio queria ¬_¬

mierda!